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Imágenes generadas por IA: así están creando campañas Zara, Stradivarius o Coca-Cola


La inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa lejana para convertirse en una herramienta concreta en manos de las marcas. En el campo de la imagen publicitaria, su adopción está creciendo a un ritmo vertiginoso. Automatización, ahorro de costes, velocidad de ejecución... las ventajas parecen incontestables. Pero ¿qué ocurre cuando se sustituye la dirección creativa por algoritmos? ¿Qué pasa cuando las marcas confían la representación visual de su producto a un sistema que no siente, no observa y no entiende la cultura?

A continuación, analizamos casos reales de marcas que han apostado por imágenes generadas por IA. No hablamos de teoría, sino de ejecuciones concretas que ya están en la calle. Imágenes que han sido vistas, juzgadas, amadas o criticadas por millones de personas. Y que plantean una pregunta incómoda: ¿estamos mejorando el sistema o simplemente maquillando su vacío?


Índice


1. Stradivarius y sus modelos generadas por IA


En mayo de 2024, Stradivarius lanzó una campaña en redes sociales protagonizada por modelos creadas íntegramente con inteligencia artificial. Las imágenes fueron generadas usando herramientas comerciales como Midjourney y procesadas con Photoshop para ajustes mínimos. Según fuentes internas, no hubo una sesión fotográfica tradicional, pero sí intervención de dirección artística para definir el estilo visual, los fondos y la actitud de los avatares.

No hubo retoque complejo posterior: las imágenes fueron seleccionadas y afinadas a partir de outputs múltiples, sin intervención humana directa en la generación anatómica o iluminación. Esto plantea un escenario nuevo: es posible crear campañas visuales sin producción fotográfica, pero no sin decisiones estéticas. El resultado fue viral en TikTok, pero también recibió críticas por representar un ideal de belleza artificial y excluyente.



Imágenes publicitarias de Stradivarius realizadas con IA


2. Coca-Cola: Navidad sin humanos


Coca-Cola apostó en 2023 por una campaña navideña con ilustraciones creadas por inteligencia artificial, usando sistemas como DALL·E combinados con edición posterior en Adobe Illustrator y retoque en Photoshop. No se usaron artistas humanos en el proceso de ilustración: todo el material visual provino de prompts generativos guiados por un equipo de contenido y marketing.

No hubo dirección de arte tradicional, sino un enfoque basado en prompts y selección iterativa. Este proceso, si bien eficiente, dio lugar a imágenes planas emocionalmente. La reacción en redes fue inmediata: "bonitas pero sin alma". Coca-Cola fue criticada por usar IA en un momento emocionalmente cargado del año, dejando fuera a ilustradores y creativos humanos que tradicionalmente imprimen calor y empatía en sus trabajos.



Frames del anuncio de Navidad de Coca-Cola generado con Inteligencia Artificial


3. Burger King y la "comida perfecta" sintética


Burger King utilizó IA para simular productos de catálogo mediante renders 3D generados por IA y herramientas de CGI como Runway y Kaedim, integrados posteriormente en entornos digitales. Las imágenes fueron procesadas con escaso retoque adicional; la intención era representar el "ideal de producto" más allá de la realidad de los locales.

La dirección de arte fue mínima: se priorizó eficiencia y volumen visual sobre autenticidad. Esto provocó rechazo en redes, donde muchos consumidores afirmaron sentirse engañados. La fidelidad visual fue reemplazada por perfección sintética, generando desconfianza. Este caso muestra cómo la falta de supervisión humana estética puede derivar en una pérdida de conexión con el cliente.


Publicaciones de Burger King publicadas en Instagram y generadas por IA. a la izquierda, un nugget relleno de queso y tomate. A la derecha, un batido de chili
Publicaciones de Burger King publicadas en Instagram y generadas por IA

4. Zara Home y los interiores imposibles


Zara Home no ha publicado oficialmente cuáles de sus imágenes han sido generadas con IA ni ha presentado estudios de caso detallados, pero hay una especulación de que probablemente lo estén haciendo.

Se habla de que hubo dirección artística: el equipo interno definió los esquemas de color, la composición y el tipo de mobiliario a representar. Sin embargo, no se realizaron sesiones ni retoque fotográfico tradicional. Las imágenes se generaron directamente desde IA + CGI, con correcciones mínimas.

Este enfoque ha generado debate: muchos usuarios dudaban si los espacios eran reales, y si los productos existían. Aunque visualmente impecable, la propuesta comenzó a generar fricción con el espectador. El riesgo de una estética inalcanzable se ha vuelto evidente.



Fotografías de un salón generadas por Inteligencia Artificial


5. Heineken Silver: la cerveza que no existe


Heineken lanzó en 2022 una campaña ficticia para "Heineken Silver", completamente generada por IA como crítica satírica. Se usaron modelos de lenguaje para crear el storytelling, herramientas de diseño gráfico para el packaging y generadores visuales como DALL·E para producir imágenes.

No hubo intervención artística ni retoque: todo se ejecutó como experimento de principio a fin. La campaña fue ideada como una parodia del entusiasmo ciego por la automatización visual, y funcionó como espejo crítico de la industria. La marca mostró que es posible hacer todo sin humanos... pero también lo absurdo que resulta renunciar a la creatividad real.


Anuncio generado por IA de "Heineken Silver", primera cerveza virtual. Tres latas de cerveza en un fondo azul
Anuncio generado por IA de "Heineken Silver", primera cerveza virtual


Conclusión: Una imagen puede ser perfecta... y no decir nada


Estos casos muestran que la inteligencia artificial ya está aquí, modelando la estética de las grandes marcas. Y lo hace con una eficacia inquietante. Pero también revelan algo más profundo: la tecnología puede reemplazar procesos, pero no intenciones. Puede generar formas, pero no significado. Puede crear belleza, pero no emoción.

Una imagen publicitaria no debe ser solo visualmente correcta. Debe ser estratégica, honesta, pensada. En un entorno saturado de simulaciones, la autenticidad se convierte en el último lujo. Y las marcas que lo olviden, corren el riesgo de convertirse en su propia caricatura: perfectamente intrascendentes.

Porque en el fondo, no se trata de IA o no IA.

Se trata de si lo que muestras... conecta.


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Imagen nocturna de marquesina iluminada con Texto FotoPro
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